lunes, 16 de enero de 2012

Nueva vida para Carolina: El despertar

A la mañana siguiente Carolina no se podía creer lo que había pasado. No durmió en toda la noche y aun seguía en la cama ¿Qué horas podían ser? ¿Las nueve, las diez? A ella no le importaba. Estaba como en una nube, como en un sueño, como...
-¿Se puede?- Era Alex tocando la puerta
-Esperate que me maquillo un poco- dijo ella entre risas
-¡¿Enserio?! O por favor como sois las mujeres-
-Que no bobo, que es una broma, pasa-
-A bueno- y abrió la puerta
Tenia todo el pelo despeluzado y con cara de sueño, pero aun así seguía guapo.
-¿Puedo?- acercándose a la cama
-Por supuesto- dijo ella con una gran sonrisa. Y abrió las sabanas y se metió en la cama junto a ella.
-Fuera esta lloviendo ¿Tienes frió?
-Un poquitin- mintió, pero solo quería estar más pegada a el.
-Ven acercate más a mi ¿Estas más cómoda así?- pegándola más hacia el y pasándole el brazo por encima
-Ahora si-
Carolina, que tenia su cara puesta en el pecho de Alex, podía oír los latidos de su corazón, bubum, bubum, bubum.
Ahora nada malo podía pasarle entre sus brazos, salvo...
-¿Carolina estas despierta?- era la madre de Alex abriendo la puerta.
-Podría esperar un momentito- dijo rápido Carolina mientras Alex se escondía debajo de la cama.
-Pues claro, solo quería decirte que cuando quieras pue...- en ese momento Carolina abrió la puerta.
-¿te ocurre algo Carolina?- dijo un poco sorprendida
-No ¿Por qué lo dice?-
-Oh por nada cosas mías. Mira que cuando quieras puedes bajar a desayunar, no tengas prisa, ya sabes que estas en tu casa-
-Pues claro, muchisimas gracias- y diciendo esto la madre se alejo y Carolina cerró las puerta. En ese momento salia Alex de debajo de la cama.
-Uff, por poco nos pilla- colocándose bien el pijama
-si casi- colocándole el pelo
-Bueno sera mejor que me vaya a mi cuarto a cambiarme- decía dándole la espalda
-Si sera lo mejor, yo también me vistire- decía girándose y mirando su pijama-
-Huy se me olvidaba una cosa- decía el con la mano puesta en el manillas de la puerta.
Se acerco hacia ella y con la mano puesta en su barbilla la beso y le dijo
-Buenos días- y después se marcho, cerrando la puerta tras el.
Carolina quería gritar, gritar de alegría, de felicidad. Como era posible que fuese tan lindo, tan mono, tan... no tenia palabras para describirlo.
Le quiero, le quiero y le quiero, no podía dejar de pensarlo y no quería.
Estaba mejor que en un sueño, mejor que en una nube,estaba en la vida real y era maravillosa. Se vestía mientras pensaba en su sonrisa, en sus ojos, en sus labios juntos a los suyos, sus labios tan perfectos como el. ¿Sepodia ser tan afortunada? pensaba Carolina mientras terminaba de vestirse y recoger sus cosas.
Después abrió la puerta y estaba el, con sus simples vaqueros y una camisa, con el pelo más o menos ordenado y con una sonrisa en la que se veia sus dientes tan colocados.
-¿Vamos?- tendiéndole la mano.
-Vamos- cogida de la mano junto a el.

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